Ecofeminismo

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“El cambio climático es un problema creado por el hombre con una solución feminista”. Así lo afirmó Mary Robinson, la primera presidenta de Irlanda y ex jefa de Derechos Humanos de la ONU. El feminismo ofrece una nueva solución a un problema ambiental urgente.

A lo lejos, el cambio climatico y la violencia de género parecen dos temas aislados pero desde hace décadas existe un frente de pensamiento que los conecta. El ecofeminismo, surge en los años setenta como una consecuencia del encuentro entre los movimientos ecológicos y el feminismo, esta corriente tiene como principal argumento que las formas de opresión están conectadas. Maria Mies y Vandana Shiva, son dos ecofeministas que dedicaron su carrera a explicar que la conexión proviene de una raíz común: la estructura de poder patriarcal-capitalista.

Esta estructura cataloga al mundo en binarios (hombre- mujer, humano-naturaleza),esto deriva en un orden social jerárquico y se afianza en la creencia de que la creación y acumulación de capital es la única forma de progreso. Este sistema promueve y justifica la superioridad del sujeto blanco masculino y denomina a “lo otro”  como inferior. Las mujeres, las riquezas naturales, los menores, e incluso otros hombres, son eso “otro” y deben ser utilizados por el para la prosperidad del hombre.

Según el ecofeminismo esta apropiación tiene dos efectos peligrosos:  la sobreexplotación  de los recursos y la creación comercialización de la sexualidad femenina.Está ampliamente documentado que las consecuencias del cambio climático afectan más mujeres, que hombres. La discriminación socioeconómica intensifica las consecuencias del calentamiento global, así como aumenta la violencia de los hombres cuando se ven enfrentados a los impactos del clima. Comprender la interconexión entre el bienestar económico y la igualdad de género es vital para garantizar el equilibrio en el planeta.

Hoy en día vivimos una “nueva economía del clima” que debe incluir a las mujeres como agentes del cambio en la apuesta por las energías limpias, hasta el empoderamiento de las mujeres rurales como protagonistas de la producción agrícola.

En el informe “Hombres, Masculinidades y Cambio Climático” se expresa “el patriarcado es perjudicial para nuestro clima”. Los hombres han querido dominar a la naturaleza, de la misma forma que han deseado tener poder sobre “los demás”.  Son necesarios nuevos esfuerzos para avanzar en la buena dirección involucrando a los hombres como seres humanos que también son vulnerables a los desastres climáticos. Las mujeres ineludiblemente forman parte de la solución y quieren estar no sólo donde se decide, sino donde se actúa.