El COVID-19 nos encerró con el abusador

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En México, la muerte por COVID-19 ha disminuido gracias a la vacunación, pero el machismo sigue igual de peligroso. Sabemos que en la mayoría de los casos, la violencia de género se imparte desde los familiares o personas más cercanas a las víctimas. En esta contingencia, la estrategia de #QuédateEnCasa es el panorama más peligroso para las niñas y mujeres. Ellas están encerradas con sus agresores con muy pocas o nulas alternativas

Para muchas víctimas, quedarse en casa puede ser más riesgoso que el coronavirus en sí mismo. La medida que se ha implementado son líneas de ayuda y denuncia. Sin embargo, como lo hemos visto con el sistema de justicia en México en temas de feminicidio, no son lo suficiente efectivas. Además, las víctimas en cuarentena que estén bajo el control de sus abusadores se pueden poner en riesgo al buscar ayuda o peor, permanecer en silencio. También, la oportunidad de hacer una llamada de ayuda está severamente limitada por la proximidad constante con el agresor y el miedo a salir de casa debido al riesgo de COVID-19.

Esto debido a que las víctimas de violencia doméstica generalmente buscan ayuda cuando su abusador no está cerca. En Verne, un sitio web del periódico El País, mencionan que “desde que en México comenzaron las recomendaciones para contener los contagios, las llamadas por violencia de género aumentaron un 60% y las peticiones de asilo un 30%”. Cabe mencionar, que al mismo tiempo no ayuda que todos los procesos de investigación y justicia se vayan retrasando, como es el caso de la madre y hermana de una joven que aparecieron muertas, envueltas en cobijas y con bolsas negras de plástico en sus cabezas. El periódico El Universal menciona que sus citas en la fiscalía fueron diferidas a una fecha indeterminada y sus audiencias fueron canceladas ante la emergencia sanitaria.

Y sí, puede que haya líneas de denuncia y ayuda; sin embargo, los feminicidios y abusos en México seguirán sucediendo porque el sistema del gobierno es ineficiente e insuficiente. Así como lo vimos con el caso de Ana Paola, una niña de 13 años que fue abusada sexualmente y asesinada en Nogales, Sonora, durante esta cuarentena. La actual crisis ante Covid-19 no detiene ni previene el abuso sexual y psicológico que viven las mujeres en México y el mundo a diario; al contrario, la aumenta, porque las víctimas ahora están encerradas con su agresor.

El gobierno ha proporcionado información sobre líneas de ayuda a través del Instituto Nacional de las Mujeres, el cual tiene un sitio web con muchas opciones de apoyo en los diferentes estados, así como el teléfono general de atención de emergencias 911 para las mujeres que necesitan ayuda. También, la Red Nacional de Refugios A.C., proporciona líneas de ayuda en cada estado. Sin embargo, todas tenemos el compromiso de crear redes de apoyo y ayuda; si el gobierno no nos cuida, nosotras sí.

Líneas de ayuda y denuncia:
https://www.gob.mx/inmujeres/articulos/redes-de-apoyo
https://www.rednacionalderefugios.org.mx/lineas-de-ayuda.html