La masculinidad tóxica es dañina para los hombres, para las mujeres y las personas de género diverso. Sin embargo, nuevos estudios demuestran que también perjudica directamente a el planeta. De hecho, varios investigadores afirman que la masculinidad tóxica es ¨el asesino invisible del planeta.¨
Los estereotipos dañinos que fomentan las normas culturales de lo que un ¨hombre¨ debe ser, obligan a los hombres a que demuestren su masculinidad constantemente y que eviten demostrar rasgos femeninos ya que estos están asociados con la debilidad mientras que los rasgos masculinos se asocian con el poder en este mundo patriarcal. Estudios han demostrado que los hombres clasifican las acciones y los productos eco-friendly como femeninos y eligen actividades y productos perjudiciales para el medio ambiente como una forma de reafirmar su masculinidad. Esta devaluación de lo femenino funciona como un importante obstáculo para que los hombres adopten un estilo de vida ecológico.
Expertos en la universidad de Yale mencionan que los hombres tienen una huella de carbono más grande en promedio y son más escépticos del cambio climático. De acuerdo con las Naciones Unidas las mujeres y las niñas sufren más que los hombres los efectos del cambio climático y representan el 80% de los desplazados como resultado de los desastres climáticos.
Queda claro que el cambio climático está condicionado por el género y por ello no se discute, ignorando aspectos sociales importantes. El hecho de que el comportamiento respetuoso con el medio ambiente es visto como ¨femenino¨ puede explicar la falta de acción política ya que el número de hombres en cargos políticos es desproporcionado. La falta de mujeres en la política climática aumenta la desigualdad de género y se puede decir que disminuye la efectividad de la política ambiental.
Es por todo esto, que el feminismo y más especifico, del ecofeminismo cobran tanta importancia. El ecofeminismo es un movimiento que tiene como propósito generar justicia para las mujeres y transformar la relación humana con todos los seres vivos y ecosistemas. Este movimiento no solo busca desmantelar las posiciones de insubordinación en el orden patriarcal, sino que también busca derribar la masculinidad tóxica y otros obstáculos que eviten cambiar la relación que los humanos actualmente tienen con el medio ambiente.
Lo repito una vez más; el feminismo es benéfico para todos, incluyendo el medio ambiente y los seres vivos dentro de ella. Comencemos por incluir en nuestras discusiones los temas sociales, para lograr derribar el sistema patriarcal y mejorar nuestra relación con la naturaleza y el futuro de las próximas generaciones.
