Binarismo, y su estructura social

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El binarismo de género clasifica a todas las personas en dos géneros que corresponden a su sexo—sus genitales: masculino o femenino. Esta organización social excluye cualquier matiz intermedio, y la sociedad formada alrededor de ella dificulta la funcionalidad y las elecciones personales de quienes no encajan en estas dos clasificaciones.

La sociedad se conforma exclusivamente por hombres y mujeres, y las normas sociales concebida alrededor de esta premisa se utilizan como herramientas para mantener la organización actual (en particular en las culturas occidentales). La convivencia se complica porque este sistema, además de establecer que solo existen dos géneros, asigna roles y características a cada uno de ellos.

La mayoría de las religiones e ideologías políticas refuerzan este sistema binario a través de sus estructuras, de los medios de comunicación y de la educación tanto académica como familiar.

Este modelo asume que el sexo y el género son la misma cosa. Hoy sabemos que no, el «sexo« lo dicta la biología pero el «género» (o expresión de género) es una elección personal independiente. No solo dicta la expresión de género basándose en el sexo, sino que dicta la “sexualidad” (orientación sexual). Sexo biológico, expresión de género y sexualidad, se asumen como alineados por defecto: un hombre es de aspecto, cuerpo y carácter masculino, experimenta atracción sexual por las mujeres y toma su lugar adoptando los roles correspondientemente masculinos dictados por la sociedad.

Estas limitantes asignaciones van desde cómo la ropa, higiene básica, actitud, educación, hasta la ocupación y las actividades de entretenimiento. En esta premisa existen dos únicas formas de vida que regulan el cuerpo, la apariencia, el carácter y el comportamiento. Esta idea no solo limita la experiencia personal de los individuos, sino que es excluyente y discriminatoria con quienes no se identifican dentro de ella.

Es un sistema que deja de lado incontables identidades de género, pues el género es más un espectro que una clasificación con categorías preestablecidas. No tiene que ser definitivo, sino que las personas pueden moverse fluida y libremente dentro del espectro en diferentes momentos o aspectos de sus vidas. Esto se conoce como gender fluidity (género fluido).

El binarismo de género es un producto pseudo-científico del colonialismo occidental y una manipulación táctica de control capitalista.

El feminismo radical de la segunda ola propone un orden social en el que el género es totalmente abolido y no dicta ningún aspecto de la vida de un individuo. A lo largo de la historia no existen muchos ejemplos de sociedades sin género, en todas de una u otra forma figura. Sin embargo existen muchos ejemplos de sociedades en las que el sexo no necesariamente define el género, y la expresión de género no altera el rol o valor del individuo dentro de la estructura social. Eso sería ideal.